El gobierno de los datos.

Los datos siempre han estado presentes en nuestra realidad, sea desde la representación de la escritura, las notas musicales que producen los seres vivos en la naturales, los registros que se generan con nuestro paso en el entorno o los recuerdos que se fijan en nuestra memoria, así tomando como base los datos somos y también actuamos.

Desde cierta perspectiva, los datos nos gobiernan y a la par, nosotros gobernamos estos datos, ya que dicha información es el reflejo de los resultados de una existencia cierta sobre la cual tomamos decisiones, es así, que como el caso de los datos personales, éstos no constituyen información aislada, sino que permiten generar una radiografía y descripción del ente al que pertenecen.

Bajo esa perspectiva, los datos son origen y fin de todo como en los siguientes casos:

– El grado de malestar y las condiciones sociales de desigualdad que provocaron hace 108 años el inicio de la Revolución Mexicana, que originó la consciencia colectiva de un cambio.

– A partir de los datos, la gente toma decisiones sobre el gobierno que los representa, lo cual les permite generar una convicción y de manera general, conocer las tendencias prospectivas de votación en un mundo globalizado.

– Conocer los hábitos de consumo de las personas a fin de dirigir publicidad inteligente, que se adelante a sus decisiones con la finalidad de satisfacer de manera temprana necesidades y requerimientos.

Supuestos que en el exterior aparentemente podrían representar elementos cualitativos sobre los que tradicionalmente se han integrado nuestras relaciones sociales, pero que con el avance de la tecnología es posible controlarlos de manera cuantitativa a través de datos numéricos y algoritmos.

En el primer caso, tomo nuevamente como referencia el fenómeno de la primavera árabe, en el cual, las redes sociales fueron determinantes para derrocar, cuando menos al régimen egipcio, mismo que como es bien sabido, trató de censurar el acceso a internet para debilitar el movimiento, lo cual técnicamente no resultó posible, y al cabo de un mes, se produjo la alternancia.

¿Qué hubiera pasado si en vez de cancelar el internet, hubieran echado mano de información estadística de los reclamos que se presentaban en redes sociales como twitter? Posiblemente el resultado hubiera sido distinto, y a través del propio medio, apagar los fuegos que producían la rebelión con estrategias de contrainteligencia, dispersando o diluyendo la información, o inyectando información que cambiara de manera radical el sentir de la población.

Muestra de que has quienes sí interfieren basados en datos, lo encontramos con las famosas fake news o con las campañas iniciadas con bots, en las cuales se pretende dirigir la opinón pública en algún sentido, aprovechando las tendencias marcadas por los datos.

En el segundo caso, más allá de los ejemplos locales, los datos globales arrojan tendencias reveladoras en torno a la inconformidad del grueso de las poblaciones con los gobiernos lo que ha favorecido votaciones orientadas a los extremos de izquierda o de derecha, que además pueden ir influenciadas como en el caso de la intervención rusa en Facebook o los servicios que brindan empresas como la extinta Cambridge Analytica que pretende influir en las decisiones de las personas con base en los datos de las rede sociales.

Finalmente, en el tema de los algoritmos hasta qué momento puede ser permisible la invasión a la privacidad por parte de las empresas que ofrecen sus servicios con base en la información que obtienen de nosotros a través de nuestros teléfonos inteligentes y nuestras redes sociales, que inclusive el día de hoy permiten autogestionar contenidos sin necesidad de intervención humana.

Supuestos todos que tienen en común un identificador común, que a pesar de pasar desapercibidos como procesos naturales de nuestras relaciones, conllevan una explotación intensiva de un principal activo que son los datos.

Datos que correctamente organizados pueden ser transformados para transformar la realidad, misma que evoluciona vertiginosamente y que quizá sea una razón adicional por el descontento de las personas con sus gobiernos, es decir, que éstos no evolucionan a la misma velocidad con los cuales evoluciona la sociedad.

Por ello, es que en la actualidad adquiere tanta importancia el gobierno de datos, entendido como la actividad de identificar, organizar, estructurar y explotar la información que generan los entes a fin de obtener el mayor provecho posible y transformarlos, labor que no solamente requiere una labor técnica a través de ingeniería informática, sino legal, ya que es necesario acreditar el esquema de cumplimiento que les permita insertarse de manera efectiva dentro de la gobernanza económica.

Gobierno de datos que tiene aplicaciones en cualquier ámbito, ya sea desde el sector público y la administración que realiza el gobierno de los bienes y servicios; el privado, con la optimización de procesos que permite generar mejores productos y servicios y disminuir costos; o en el social; que permite involucrar a los actores necesarios para que sus acciones rindan los resultados adecuados.

Proceso de gobernanza de la información hacia la cual transita nuestra sociedad y forma parte de los requerimientos hacia los cuáles se asocian los nuevos derechos.

Hasta la siguiente semana.

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Abogado especializado en TICs, privacidad y cumplimiento legal. Maestro en Derecho de las Tecnologías de Información y Comunicación por INFOTEC.

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