La regulación emergente y el sandbox para TIC’s como opciones del mundo digital en México

Existen momentos en que la adaptación a situaciones novedosas se vuelve imperante, siendo necesario detenerse en el camino para replantear las rutas existentes y valorar la conveniencia de implementar reglas y parámetros que puedan reestablecer o reforzar eficientemente un ecosistema determinado. Este es el caso del mundo digital en donde la convergencia tecnológica ha borrado los límites y barreras, generando la fusión de diversos modelos de negocio que tienen como principal insumo las redes de telecomunicaciones.

La dificultad creciente para determinar los efectos y los alcances del mundo digital trae como consecuencia aristas y retos regulatorios y normativos, generando la oportunidad de revisar la evolución del sector, sus regulaciones vigentes, la interacción entre redes, aplicaciones y plataformas actuales y el entorno internacional reinante. Por lo que de dicho análisis debe concluirse el estado real que guardan las cosas para asumir las responsabilidades que lleven a dilucidar, delimitar y garantizar los campos de acción de  los actores que participan en las diversas capas de este nuevo entramado.

Resulta imposible pensar en una transformación exitosa sin la determinación previa de las instituciones responsables de conducir a buen puerto dicha tarea por demás compleja, resultando esencial la definición de lineamientos y responsabilidad entre las autoridades involucradas, a través de una debida interlocución como pieza fundamental para la correcta adecuación de parámetros y reglas en el mundo digital.

Debe destacarse la importancia que tiene la controversia existente entre el Instituto Federal de Telecomunicaciones y la Comisión Federal de Competencia Económica que versa sobre quién tiene la facultad para investigar varios mercados digitales, tales como la nube, las redes sociales, la búsqueda en línea, entre otros, siendo el Poder Judicial a través de los juzgados especializados, el encargado de resolver tan complicada cuestión. Considero que si bien, ambas autoridades pudieran tener argumentos sólidos para establecer su competencia en la materia, es el Instituto Federal de Telecomunicaciones el ente que de manera originaria debe encargarse de realizar las funciones de referencia, ya que los servicios bajo escrutinio, son sin duda nativos de las redes de telecomunicaciones y por ende, materia de estudio del Instituto de referencia.

En el caso que el Poder Judicial falle a favor del Instituto Federal de Telecomunicaciones, la resolución en cuestión representará el primer paso del proceso evolutivo que provoque la revisión, determinación y aplicación de parámetros, lineamientos y eventualmente de marcos normativos que incentiven el crecimiento y desarrollo eficiente del mundo digital. Es bajo dicho andamiaje jurídico que el Instituto Federal de Telecomunicaciones debe ser el encargado de analizar los servicios convergentes digitales, tomando el liderazgo en la materia y siendo este a través de colaboraciones interinstitucionales, consultas y grupos de trabajo entre los usuarios, la academia y los diversos proveedores de servicios el medio para debatir, reflexionar y emitir las regulaciones emergentes, lineamientos y normativas sobre plataformas, aplicaciones, desarrollos y funcionalidades digitales embebidas en las redes de telecomunicaciones.

Es imposible negar que las facultades del Instituto Federal de Telecomunicaciones para regular, supervisar, fomentar y establecer los marcos de actuación en el sector digital son claras y vinculatorias, prueba de ello es lo establecido en el artículo 15 de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión (LFTyR) que lo faculta de manera expresa para realizar las acciones necesarias para contribuir al logro de los objetivos de la política de inclusión digital universal y cobertura universal establecida por el Ejecutivo Federal. Por lo que no puede abstraerse el Instituto de cumplir con la obligación de estudiar, vigilar los mercados emergentes y el ecosistema convergente desarrollado alrededor de las redes de telecomunicaciones. Debiendo ser el IFT el principal artífice y orquestador de todos los esfuerzos que lleven a crear e implementar las normativas que tuvieran como intención principal la de regular plataformas digitales, aplicaciones y desarrollos tecnológicos, evitando así la intermisión e interferencia de diversas autoridades, poderes de la Unión y órganos diversos que puedan afectar mediante regulación al vapor y poco profunda el desarrollo del sector.

Es urgente que el Instituto inicie de manera formal el estudio de medios, servicios y desarrollos digitales generados a partir de las redes de telecomunicaciones, además de cuestionarse de manera decidida las acciones a emprender para determinar reglas básicas que puedan facilitar el crecimiento del sector sin atentar con su funcionamiento estructural. En ningún caso se sugiere la creación excesiva de normas y regulaciones que limite el espectro de servicios y desarrollos digitales, pero sí se insta analizar un entorno global con retos diversos que implora por el establecimiento de reglas claras y competencia justa entre los diversos actores involucrados.

Otra opción que el Instituto puede utilizar para observar y probar diversos escenarios de desarrollo y su respectiva regulación es mediante la implementación del esquema conocido como caja de arena regulatorias, o también “sandbox” por su denominación en inglés, que son espacios de experimentación establecidos por la autoridad, que permiten a las empresas innovadoras operar temporalmente de manera flexible, para probar algún servicio, producto o solución disruptiva que en condiciones normales no pueden desarrollarse bajo la regulación existente. El Instituto Federal de Telecomunicaciones está facultado para la implementación de dichos espacios de observación, de acuerdo con lo establecido en el artículo 15 de la LFTyR que le permite establecer y operar laboratorios de pruebas o autorizar a terceros a que lo hagan, a fin de fortalecer la autoridad regulatoria técnica, así como para la realización de estudios e investigaciones de prospectiva regulatoria en materia de telecomunicaciones y radiodifusión.

El Sandbox es una herramienta útil que permite al Institutito Federal de Telecomunicaciones realizar estudios e investigaciones en materia de telecomunicaciones y radiodifusión y elaborar proyectos de actualización de las disposiciones legales y administrativas que generen mejora regulatoria. Más de 30 países exploran el sandbox regulatorio para impulsar la innovación, mayormente utilizado en fintech; y ahora se busca implantarlo al ecosistema donde convergen las tecnologías de información y comunicación en las redes de telecomunicaciones.

La implementación del sandbox regulatorio lleva un proceso detallado que incluye la solicitud específica, la respectiva autorización de la autoridad, pruebas por un tiempo determinado, hasta llegar a conclusiones y su respectiva implementación en escenarios productivos concretos. Este laboratorio regulatorio permite reconocer los aspectos normativos a implementar para promover la innovación digital, haciendo tangible servicios como el edge computing o soluciones de conectividad para redes comunitarias mediante el uso de tecnologías emergentes.

Existen casos como el de Colombia que ya ha iniciado el proceso de implementación de un Sandbox Regulatorio que busca la simplificación regulatoria, la reducción de cargas regulatorias, generar espacios de autorregulación, uso de tecnología para mejorar regulación y uso de datos para mejorar la regulación, incluidos los esquemas experimentales con nuevos modelos de negocios en telecomunicaciones y tecnologías emergentes.

ETNO ha presentado para Europa un nuevo informe que establece como las empresas de telecomunicaciones pueden acelerar el futuro digital mediante la adopción generalizada de soluciones digitales que permiten además reducir las emisiones de carbono hasta en un 15% gracias a la habilitación de ciudades inteligentes y a través de la transformación digital en el sector del transporte. El análisis anterior encuentra que el sector europeo de las telecomunicaciones está acelerando su transformación mediante el liderazgo de red, nuevos modelos de colaboración, nueva generación B2B y enfoque de cliente basado en datos e innovaciones de up-stack.

La convergencia digital solamente es alcanzable mediante la adecuación constante de los lineamientos y marcos regulatorios que fomenten de manera efectiva un crecimiento sostenido y competitivo sin distorsiones innecesarias. La supervisión efectiva de un mercado tan complejo como el digital no implica la creación de regulación obstructiva, sino el desarrollo de marcos normativos creativos que impulsen la interacción de tecnología en redes de telecomunicaciones.

Bajo nuestra legislación vigente es el Instituto Federal de Telecomunicaciones como regulador del sector de telecomunicaciones y radiodifusión, la autoridad competente para supervisar, normar, modernizar e integrar las redes, plataformas y tecnologías existentes en un mundo digital socialmente responsable e integrador, a través de su liderazgo y conocimiento del sector.

Coordinador del Comité de Telecomunicaciones en Academia Mexicana de Derecho Informático | + publicaciones

Abogado egresado de la Universidad La Salle con Maestría en Derecho de las Tecnologías de Información y Comunicación en INFOTEC. Tiene 20 años de experiencia en Telecomunicaciones, como Director Jurídico de empresas del ramo, así como asesor externo a través de despachos especializados. Actualmente director de Expanzione. Co-autor de Guía práctica de Cómputo en la Nube. Profesor de Derecho de Telecomunicaciones en la Escuela de Derecho Digital, así como en programas nacionales y extranjeros.

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