Los hábitos digitales de los mexicanos en 2019.

En la Segunda Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información celebrada en Túnez en 2005, se acordó proponer a la Asamblea General de la ONU la celebración del Día Mundial de Internet a iniciativa de varias asociaciones de usuarios de internet en el mundo.

El año siguiente, la Asamblea General de la ONU adoptó el 26 de marzo la resolución A/RES/60/252 por la que se proclama el 17 de mayo como Día Mundial de la Sociedad de la Información, al ser un día dedicado también a las telecomunicaciones, por lo que ese Día se conmemoran esos diversos eventos relacionados.

Esta curiosa polivalencia ilustra los efectos de internet en nuestras vidas, es decir, aún cuando éste se encuentra presente de manera continua y evidente, todavía no entendemos claramente su contenido y alcances a pesar de que sepamos la relevancia que tiene en nuestra sociedad actual, al grado que nuestra sociedad de la información y el conocimiento, dista mucho de la original.

Cambios que parecen imperceptibles debido a la rápida inserción tecnológica, con la cual se normalizan en cuestión de días nuevos descubrimientos, la exigencia de nuevas tendencias pareciera la regla y la transformación social asimila nuevos hábitos que son tan naturales a la humanidad que pareciera que siempre hubieran sido conocidas (tal como la electricidad, las conexiones inalámbricas o inclusive los diversos mecanismos de comunicación).

Esta transformación pasaría prácticamente inadvertida de no ser a los efectos percibidos a través de las experiencias, así como las diversas mediciones que reflejan una fotografía de lo que se vive en ciertos momentos.

Es así que a partir del 13 de mayo estuvo disponible el ya tradicional Estudio sobre los Hábitos de los Usuarios de Internet en México 2019, la que constituye la 15ª edición, que no obstante se realiza de manera anual, cada año genera expectativa del comportamiento de los mexicanos con motivo de la adopción de internet, lo cual, cada vez más constituye una fotografía de la sociedad mexicana, que de una simple medición de los efectos de la penetración de internet en México.

Así, tomando como referencia los principales resultados y conclusiones de dicho estudio, se observa que si bien el porcentaje de usuarios se mantiene en niveles parecidos a los años anteriores, se ha extendido y democratizado su uso por más sectores, ya que no solamente se observa un incremento de silver surfers, es decir, personas de 55 años y más que utilizan internet de manera cotidiana, sino que también se identifica un incremento de usuarios de bajos recursos, lo que habla de un incremento de accesibilidad.

La velocidad en la navegación constituye una de las principales barreras de acceso seguida de los costos de contratación, la falta de capacidades para utilizar esta herramienta constituye la principal barrera para usuarios de más de 34 años, sin embargo, contrastando el incremento de silver surfers, seguramente disminuirá dicho índice.

6 de cada 10 mexicanos cuentan con una antigüedad de 8 años o más como usuarios de internet, lo que provoca una madurez considerable con su uso, ya que en promedio los internautas llevan 7 años navegando en internet.

Los principales momentos de conexión se dan de las 12 a las 14 horas y de las 16 a las 19 horas, por lo cual se observa que el acceso se realiza en los principales momentos de ocio, o inclusive durante los traslados del trabajo a la casa. Los tiempos de conexión se incrementaron en promedio 8 minutos más que en 2018, con ocho horas y veinte minutos efectivos a lo largo del día, a pesar de que la mayoría percibe estar conectado todo el tiempo a lo largo del día.

Sobre el particular, si se considera que de las 24 horas del día 8 son para dormir, 8 para trabajar y 8 para las demás actividades entre las cuales identificamos desde comer, bañarnos y trasladarnos al trabajo, el hecho de los 20 minutos que rebasa las ocho horas de conexión es significativo, puesto que empieza a revelar el tiempo que los usuarios acceden a internet durante las horas de trabajo, más allá de que su labor esté relacionada o no con el uso de internet.

Esto es así, puesto que como el teléfono inteligente de una vez por todas de afianzó como el primer dispositivo preferido de acceso, nuestra conectividad es total y por tanto, sería interesante empezar a contrastar estos datos con los de los propios usuarios, ya que las empresas ya empiezan a identificar dentro de los dispositivos apartados de bienestar digital en la cual los usuarios podemos ver el tiempo de conexión y los esfuerzos dedicados a cada aplicación.

Por ello, debido a que el teléfono inteligente resuelve el problema de acceso para la población, se ve como gradualmente la venta de laptops, computadoras de escritorio y tabletas disminuye, puesto que más que instrumentos de acceso a internet, poco a poco empiezan a consolidar un mercado propio que poco tiene que ver con la necesidad básica del internet, sino que más bien se orientan como capital para el trabajo tratándose de las computadoras de escritorio, o una herramienta dirigida al público infantil, como en el caso de las tabletas electrónicas.

El internet de las cosas y de todo empieza a asomarse a nuestra economía, así como la virtualización de actividades, esto es así, puesto que por primera vez aparecen los wearables y otros dispositivos, los cuales continuarán como tendencia creciente en el mercado, y, dado el importante incremento en la conexión de consolas, es posible advertir una diversificación de las actividades en el entorno digital dados los ecosistemas que se generan.

El comercio electrónico por su parte sigue sin despegar claramente en nuestro país y los datos del estudio permiten atribuirlo fuertemente a la falta de confianza a la ética de las empresas y las ofertas, así como de los propios mecanismos para llevar a cabo las transacciones, por lo que no identifican un entorno de seguridad que les permita interactuar en línea.

Así mismo, pareciera que la publicidad dirigida no está cumpliendo las expectativas, puesto que en comparación de 2018 disminuyó en un 6% las personas que realizaron alguna compra a partir de la publicidad visualizada. Sin embargo, esta cifra no considera la ceguera de los propios usuarios que no identifican que su compra se dio a partir de publicidad dirigida.

Finalmente, las redes sociales también se han consolidado como la primera causa de conexión a internet, superando cualquier otro uso, lo cual es la antesala de un nuevo esquema de conectividad y organización  por lo cual no es raro contar cada vez más con una ciudadanía digital demandante, exigente y colaborativa.

En el tema de redes sociales, Facebook no solamente mantiene su monopolio con el 99% de los usuarios, sino que demuestra que prácticamente cuenta con datos de todas y todos los mexicanos, si consideramos que también controla whatsapp e Instagram, la segunda y cuarta red con mayor número de usuarios.

Fotografía de la cual, será posible conocer un poco más de lo que está pasando y lo que se viene en esta sociedad que cambia de manera dinámica.

Hasta la siguiente semana.

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Abogado especializado en TICs, privacidad y cumplimiento legal. Maestro en Derecho de las Tecnologías de Información y Comunicación por INFOTEC.

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